los límites

San Isidro y los límites de la diversidad, la tolerancia, el respeto y la patria

Me informo por diferentes vías, que incluyen todos los ángulos y fuentes accesibles. Algo pasa en San Isidro, una casa en una calle, un lugar capitalino, preocupa…, transcurren los días y vuelan novedades, una parte visible de las redes sociales exhibe lo indecible y se solidariza con lo inaceptable, la vulgaridad, la grosería y la ofensa, las acciones que mancillan símbolos de la nación… pareciera que no existen límites en nombre de la diferencia, la tolerancia, o lo que se considera derechos. Algunas cosas van tomando los rasgos de una escalada con planeación, otras parecen convocar a personas con preocupaciones válidas que no comprenden cuánto restan de validez a sus demandas cuando se solidarizan con quienes transgreden los límites de la patria.

Los límites

Los límites de la diferencia

El viernes lo dedico al aislamiento previo a una presentación importante, en un panel acerca de la filosofía de la posmodernidad y cómo superarla. Me interesa conectar al auditorio con las respuestas que ofrece la bioética a los problemas que genera el mismo contexto que nutre las preocupaciones del pensamiento filosófico posmoderno.

En la mañana del sábado me comentan sobre un plantón frente al Ministerio de Cultura. Me da la impresión que no es lo mismo, aunque exista conexión, incluso solidaridad declarada con lo que ocurre en San Isidro. Me pregunto ¿cuánto pierde en su legitimidad una demanda legítima al declararse solidaria con otra causa ilegitima?, ¿o será más de lo mismo y me equivoco? Tengo la impresión de que no se trata de lo mismo, pero me falta todavía información. 

Al menos para mí, con el conocimiento limitado que tengo sobre lo que ocurre, me parece una notable pérdida de perspectiva política identificar y solidarizarse con una causa esencialmente anexionista. ¿Así tal cual? Si, porque a mi juicio, que alguien declare que su presidente es el presidente del imperio y utilice los símbolos nacionales para degradarlos y ofender, manifiesta de forma clara el anexionismo de siempre. La patria no le interesa, la pisotea, mientras disfraza de supuesto arte su vandalismo. La ofensa al policía tiene la forma burda de la provocación planificada. ¿cómo solidarizarse y considerar víctimas a quienes enlazan sus acciones al supuesto atropello del infractor de la legalidad y las normas básicas de la convivencia pacífica?

Converso con amigos y amigas, de diferentes edades y experiencias, la preocupación por lo que ocurre en San Isidro está en todos con diferencias de apreciación. Es comprensible, pues se deben a los filtros de la historia personal, las experiencias vividas, las sensibilidades y las fuentes de información. No cabe dudas que el asunto es socialmente serio, y que a las personas les importa lo que está ocurriendo.

Conferencia, academia y arte

Comienza la conferencia. Es una exposición académica detallada y bien informada de una profesional joven y competente. Quizás un poco larga la exposición por el tiempo dedicado y el procedimiento de lectura en su mayor parte. Pero muy bien informada, estructurada, con crítica, aportaciones de autores contemporáneos que no son conocidos en nuestros predios, y el acompañamiento de una presentación de diapositivas dinámica, al estilo prezzi. Muy fructífera la sesión.

Llega el receso, y seguidamente, un concierto espléndido de la Camerata Romeu. Estoy en la segunda fila y alcanzo a ver por momentos las expresiones del rostro de la directora. Son expresiones vívidas, ricas y variadas que destilan música. Desearía estar sentado frente a ella, detrás de la Camerata y visualizar la música que su rostro trasmite. Eso es arte, maestría, belleza, que emociona y convoca lo mejor en quienes escuchamos. 

Las preocupaciones se desvanecen tras los acordes graves de un recorrido por la historia de la música, que termina con la alegría de las danzas cubanas. Finaliza el concierto con aplausos y la sorpresa de una pieza ejecutada por la Camerata sin la conducción de su directora. Estoy sentado en la segunda fila y ahora ella está sentada delante de mí, volteada un poco a su izquierda, por lo que alcanzo a ver parcialmente su rostro. Mi sueño se realiza, pues puedo ver como la música se hace imagen en su rostro. Siento como la artista al vivir el arte, no solo recrea su pieza en cada actuación, lo conecta y lo entrega a los demás. El arte es inconfundible y no es necesario ser un especialista para apreciarlo y distinguirlo. No necesita lentejuelas ni declaraciones porque es.

Hay demasiadas cosas que se dicen arte y no lo son. ¿Cómo alguien puede confundir el arte con la proclamación de arte allí donde no existe? El arte es creatividad, estremecimiento de los sentidos y deleite de la inteligencia, no hay modo en que pueda ser confundido con la torpeza, la grosería, el irrespeto al resto de las personas… En lo más interno de mí, no creo en los confundidos.

Tras un breve receso para reorganizar el auditorio comienza el panel. Nuestra función es completar el cuadro sobre la postmodernidad desde diversas perspectivas. Cada quien trae la suya, informado del tema general, pero sin conocimiento previo del contenido específico de la conferencia, ni de lo que abordará cada uno de los tres panelistas. Me parece una buena estrategia cognitiva, para incentivar un debate genuino.

Se decide el orden de exposición de los ponentes unos minutos antes, como parte del clima de trabajo. La primera centra la atención en la relación entre la filosofía posmoderna y el universo del pensamiento cristiano y católico. Me corresponde la segunda exposición. Siento que está muy bien ubicada, pues mi presentación versa sobre la filosofía de la posmodernidad analizada desde el ángulo del contexto que ilumina. Mi propósito es abordar lo que dice el filósofo, no evaluando el acierto o desacierto de su discurso, sino poniéndolo en relación con los procesos de cambio tecnológico y científico que está iluminando con sus reflexiones. Me remito al análisis del contexto. Termino en tiempo. La siguiente presentación aborda la problemática del vínculo sociología y pensamiento posmoderno. Se coloca en primer plano el tema de San Isidro y los últimos acontecimientos. Escucho, y no concuerdo. Es una persona amiga, profesional competente y prestigiosa que admiro, pero no concuerdo con su línea de pensamiento.

Se abre la sesión de preguntas del público. El tema sale en más de una ocasión en diversas intervenciones. Y también como era de esperarse, el tema del Sujeto, la libertad, los metarrelatos, el pensamiento débil, en fin, lo posmoderno, que es el asunto en discusión.

Crece el intercambio con el público, animado con intervenciones de personas interesadas en pensar. Las hay de todas las edades, pero sobresalen las preguntas y criterios de los jóvenes, muy centrados en la problemática, el contexto social y los últimos acontecimientos. Es un intercambio rico y educativo. Me gusta cuando veo la filosofía que se expresa en voces de todas las edades. ¿Qué pienso sobre todo esto? ¿Qué me preocupa?

Pensar los diálogos imposibles y posibles

El edificio que nos acoge está lleno de historia cubana, esa que funde ciencia y política, educación y cultura, patria y humanidad. Aquí enseñaron Varela y Luz sobre el compromiso científico, patriótico y educativo entendido como un compromiso indivisible con el bien común.

Pienso sobre …

la autenticidad del conflicto, los límites y los interlocutores válidos

la libertad y su comprensión humana, individual y colectiva

la función del educador y el educar

Recuerdo que venía conversando por la mañana con una persona amiga y recordé que por allá por 1983, un poquito antes o un poquito después, conocí de la existencia de una carta de Manuel Kant a las autoridades del lugar donde vivía. Según narran los biógrafos, Kant era extremadamente metódico en la organización de su vida. Se cuenta que para lograr la concentración, ponía las almohadas sobre la cama de cierta manera, se acomodaba, miraba por una ventana al horizonte y tardaba horas en ese ejercicio. En determinado momento creció un árbol y le impedía ver en la distancia, y ese fue el motivo de la carta: solicitaba que cortasen el árbol.

Desconozco si las autoridades accedieron o no a la solicitud de Kant. Desconozco si tan siquiera le dieron una respuesta o pasaron por alto su solicitud. Me pregunto: ¿Habría sido racional que la respuesta de Kant a una negativa o a una omisión consistiera en declararse en huelga de hambre y demandara el cambio de una sentencia cualquiera y de una política económica? No albergo la menor duda que en su fuero interno el filósofo sufría, porque no podía satisfacer una necesidad quizás excéntrica para otros, pero necesidad para él. De haber procedido al modo de los usurpadores que se auto declaran presidentes en nuestros tiempos, seguramente no contaríamos hoy con su filosofía y sus reflexiones sobre la paz perpetua, pues ellas no se nutren de irracionalidad ni de irrespeto…

¿Cuál es el punto de estos pensamientos? El punto es que ante una diferencia con las autoridades o con otro cualquiera, incluso cuando estos no fueran sensibles a una necesidad específica sea grande o pequeña, carece absolutamente del sentido y la lógica más elemental hacer un espectáculo. Con el espectáculo, cualquier asunto, que tendría todavía muchas vías más lógicas y con mayores posibilidades de éxito las autodestruye. La irracionalidad en casos así podría ser evidencia de torpeza, locura o de intencionalidad oculta. Es lógico suponer que quien así actúa esté mentalmente desequilibrado, es torpe en coordinar propósitos y acciones para lograrlos, o tiene poderes y fuerzas ocultas que apoyan y encausan su desenfreno. A quien procede de esta manera es para mí evidente que no le preocupa mucho la solución de la demanda en sí, sino la posibilidad con su actuación desproporcionada de generar un espacio de inestabilidad mediante una alteración intencionada de la paz social.

Por eso no puedo estar de acuerdo con lo que decía mi colega. Pienso diferente lo que está ocurriendo. No distingo inocentes que se sacrifican por una causa, ni una causa defendible en nombre de la diversidad, la libertad, o la tolerancia. Distingo lo contrario: una acción irresponsable, intolerante y contraria a los principios de la ciudadanía y la convivencia.

Los asuntos sociales de todo tipo en su mayor parte pueden ser solucionados mediante el diálogo. Para abrir esta vía y que el diálogo sea posible se necesitan interlocutores válidos y el reconocimiento de los límites generales y de cada una de las partes.

En Cuba como nación, las posturas anexionistas son la mayor amenaza y el enemigo recurrente que hoy se metamorfosea. El anexionismo histórico representaba el ansia de una parte de los nacidos en el archipiélago de solucionar los problemas de la nación fundiéndose en otra, mayor e imperial. El anexionismo de nuestros días no propone borrar el gobierno y las fronteras nacionales, es más mezquino, y hace todo lo posible por servir al amo. No distinguir el anexionismo metamorfoseado de nuestros días y solidarizarse con la causa pretexto que lo oculta, es en mi criterio un error fatal. El anexionismo, como el fascismo, la promoción de la xenofobia, el odio y el genocidio están más allá de los límites del diálogo social. En Cuba, el anexionismo está más allá de los límites de la patria, y se ubica en la dimensión de lo inaceptable, repudiable y excluible. Con el anexionismo no es posible dialogar porque su propósito es contrario a la existencia misma de la identidad global que llamamos patria.

Libertades y democracias

¿Faltan libertades y democracia en Cuba? Faltan, de muchísimas maneras, en Cuba y en todas partes. Las que nos faltan a nosotros específicamente no son pocas y responden a variadas formas y causas. 

Una reconocible por encima del resto se vincula a que todas nuestras libertades están limitadas por las acciones del imperio, y a que nuestras reacciones a las agresiones adoptan con mucha frecuencia la lógica de restringir para limitar aquellos impactos. Así a la vez que nos limitan, nos autolimitamos. 

Otras son reconocibles en las formas históricas de construcción del poder socialista que han mostrado su limitación hiper estatalizada en otras partes y entre nosotros. Necesitan ser cambiadas radicalmente, y aunque vienen cambiando, les faltan todavía componentes fundamentales como la participación popular directa en la elección de los cargos más altos del Estado y el gobierno, la subordinación real y efectiva de todos a la Constitución. 

Faltan esas y otras muchas porque las reformas reconocidas como una necesidad histórica marchan, pero a veces tan lentamente que nos hacen movernos hacia atrás. 

También faltan, porque el socialismo histórico no generó todavía una forma política propia, o más exactamente una forma propia de reproducción política sostenible en el tiempo. No es incompetencia, parte de un problema teórico inmenso, que en la práctica requiere un tiempo muy superior a lo que la vida de cada uno de nosotros nos ofrece como marco razonable para la actuación. 

Y faltan, porque en la lucha por mantener conquistas y avanzar, con frecuencia los ardides de la historia nos hacen reproducir lo que queremos superar. 

Pienso en El socialismo y el hombre en Cuba… donde el Che abordó muchas de estas problemáticas con claridad meridiana, que hoy necesitan ser repensadas y puestas con comunicación con las nuevas necesidades. Atribuir estas ausencias a la ausencia absoluta de democracia y la existencia de un gobierno autoritario absolutista cerrado al cambio social falta a la verdad histórica más elemental. No dudo que el autoritarismo forma parte de nuestras realidades sociales y políticas, y que las democracias deban ser multiplicadas, pero las ausencias responden a un sinnúmero de causas, que están muy lejos de poder reducirse a una causa única que pudiera borrarse de golpe con un cambio institucional. Considero además injusto atribuir de golpe y porrazo al gobierno actual ese supuesto autoritarismo despótico que amerita que se desencadene la ira. Por el contrario, el ejercicio de diálogo es constante y las posibilidades de contribuir al bien común están abiertas y en permanente reapertura. Se requiere mucha proactividad social positiva desde la familia hasta las instancias más altas del Estado, para superar nuestras faltas de libertades, y será un proceso largo y difícil que, sin embargo, no está ni remotamente cerrado en la actualidad. La mayor parte de los movimientos hacia adelante se han logrado mediante el diálogo, la participación ciudadana, y ese camino está lejos de haberse agotado o estar cerrado en la actualidad.

Faltan muchas cosas, pero en mi comprensión del asunto, esas ausencias no justifican que se rebasen los límites más elementales de la convivencia pacífica, ni que se generen solidaridades con los nuevos servidores de la causa anexionista.

Diálogo con interlocutores válidos

Por otra parte, no solo ciertos límites son irrenunciables. Para encauzar las demandas sociales y los intereses legítimos de las personas y los grupos de personas por vías que permitan encontrar soluciones se necesitan interlocutores válidos. Los anexionistas, los groseros, los promotores de la vulgaridad y el odio no son interlocutores válidos en ninguna sociedad.

El diálogo entre interlocutores válidos puede comenzar allí donde se reconoce a los otros y su identidad, que es la expresión de sus propios límites, es decir, allí donde lo que quiero y promuevo va al encuentro de los demás, sin pretender imponerse como la nueva verdad única. Por eso el diálogo como la libertad, nunca es absoluto, siempre está configurado dentro de ciertas fronteras y determinaciones.

El diálogo necesita reconocer sus fronteras e identificar qué acciones ponen leña a qué hogueras, que fuegos alimentan, y sobre todo cuáles alimentan el fuego de la incomprensión y el odio. Las fronteras nunca son rígidas, como en el diálogo de saberes, las fronteras son maleables, pueden moverse en la medida en que las reconocemos y las convertimos en puntos de contacto y zonas de comunicación. Así, el diálogo que avanza en un asunto penetra en las identidades y amplía la zona de contacto hasta en determinado momento generar mixturas, nuevos encuentros e identidades. Siempre habrá que entender las fronteras de modo concreto, ubicado en contexto.

El diálogo es además la vía educativa más fructífera. Allí donde se identifican los interlocutores válidos y sus fronteras, allí donde se emprende el ejercicio de convertirlas en puntos de contacto y zonas de comunicación, el diálogo es educación colectiva de una comunidad mayor que favorece el bien común. Por eso me parece necesario pensar desde un posicionamiento dialógico educativo estas contingencias generadas por la lentitud y las brechas que ofrecen oportunidades a las acciones planificadas de desestabilización social y a las desmesuras que en sus extremos rebasan los límites de lo aceptable.

Hay quienes piensan que la educación es palabra y quietud, pero la educación es por el contrario, acción. Cuánto beneficio tiene, por ejemplo, realizar el ejercicio reflexivo, interno y personal, de identificar ante cualquier conflicto, todo lo que alimenta intolerancia y odios, siendo justos cada quien con sí mismo. Un ejercicio así suele despertar la conciencia interior aún allí donde carecemos de conocimientos de algunos detalles. Conocer lo que alimenta la intolerancia es fundamental para abrir el camino de los diálogos.

Si no identificamos las condiciones de frontera y las bases de la intolerancia que impiden el diálogo, sea el diálogo político, artístico o de otro tipo, el diálogo se frena. ¿Por qué? Porque cada uno de nosotros como ser simbólico está apertrechado de un conjunto de símbolos que interpreta a su manera, dentro de ciertos marcos, pero con grados de libertad. Así, un símbolo como la paloma puede evocar sentimientos genuinamente religiosos, mientras para otra persona, por ejemplo, un pacifista puede evocar en primer plano al símbolo de la paz. Y así pasa con cualquier otro símbolo, cada quien lo hace cercano y le representa algo de inmediato, sin reflexión, a partir de lo que es más compatible en su condición simbólica. Debemos ser conscientes de eso con respecto a cualquier tema.

El diálogo educativo, a su vez, moviliza a las personas en la convivencia y contra la violencia que emerge de las intolerancias. Pensar las condiciones de posibilidad de la violencia hoy es fundamental para cerrarle el paso. Y las condiciones de posibilidad del diálogo las acompañan.

Pierdo de vista cuándo terminó la sesión, que siguió en mis pensamientos y en las conversaciones a la salida y en el camino a casa con quienes me acompañan.

Me quedo con un pensamiento que centra mi atención: Frente a los anexionismos y los imperios la patria está primero.

Carlos J. Delgado
29 noviembre 2020

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95 comentarios en “PROTESTA EN SAN ISIDRO”

  1. filósofos cubanos

    Gracias doctor;
    Somos muchos los que estamos por el diálogo sin renunciar a la revolución.
    Esta es la declaración de la SCIF:

    DECLARACIÓN DE LA SOCIEDAD CUBANA DE INVESTIGACIONES
    FILOSÓFICAS

    La Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas formada para el estudio de
    los conceptos filosóficos y sus varias expresiones en la política y otras
    disciplinas. En las actuales circunstancias, reiteramos nuestro apoyo teórico
    y como ciudadanos revolucionarios a la defensa irrestricta de NUESTRO
    SISTEMA POLÍTICO, así como sus innegables leyes en favor de los seres
    humanos.
    Rechazamos las acciones de grupúsculos capaces de desconocer nuestra
    larga historia de lucha y, principalmente, su sometimiento a las políticas
    imperialistas del actual presidente de los Estados Unidos de América.

    Junta Directiva Nacional de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas

    La Habana, 4 de diciembre de 2020

  2. Jorge Luis Calderín

    Carlos: ante todo mis saludos, para ti y la familia.
    He tenido la paciencia de leer tu trabajo y muchos de los que te han escrito. Leyéndolos me volvieron a la mente el abuelo Perfecto y a tu mismo padre: un chófer de ómnibus orgulloso de su trabajo y un jaranero cubano. Y eso sucedió leyendo a quienes te agreden por tu forma de pensar y expresarte. La verdades no se pueden esconder, nos la pueden disfrazar pero siempre emergen. Hay quien te dice que quienes se expresan de forma distinta son perseguidos y desaparecidos, entre otras cosas. Somos parte de una larga familia y tiene a su vez muchas ramificaciones que la extienden mucho más: en más de 60 años de vida no recuerdo a ninguno de ellos cumpliendo prisión por decir algo que no guste y mucho menos que haga tiempo en que no sepamos donde se encuentra. He conocido a personas, más de uno, que emigró a Estados Unidos y regreso, a vivir nuevamente aquí, a hacer su vida nuevamente entre nosotros, han sido mis compañeros de trabajo, los aprecio y mantengo buenas relaciones y amistad con ellos. Eso ha sido porque hemos podido intercambiar ideas y nos respetamos. Así que el diálogo es posible, necesario y da frutos. Lo otro son imposiciones que creen algunos que les va a asegurar un futuro luminoso y distendido, pero se olvidan que a los traidores los utilizan y después los despecian. Como diría Mauricio: más vale paloma en mano que cien volando.
    Un abrazo.

  3. Dr. No le da verguenza publicar esto? Pregunto con todo respeto. A mi me daría verguenza.

  4. Daniel Gutierrez

    Profe aquí le dejo esta carta de una madre preocupada por las bajezas que gente como usted está haciendo, saludos y un abrazo fuerte:

    1. Una persona me deja este mensaje con un nombre y una carta de una madre que reclama no se confunda a su hijo con un delincuente o mercenario. No tengo nada en contra de la carta, que es respetuosa y bien redactada. Edité el mensaje para que no sea visible porque no publico en este blog nombres de terceras personas ya sea interpeladas o acusadas de algo, por razones de elemental respeto. Me ocupo de analizar procesos y acciones que permiten comprender las situaciones que se crean. Cuando he utilizado un calificativo más general ha sido para designar a quienes caen bajo esas prácticas, pero nunca lo he dirigido a una persona en particular, aunque cuando las acciones son personales, cualquiera puede identificar a qué actores me estoy refiriendo. No tengo interés en convertir los análisis de los procesos en el cuestionamiento de esta o aquella persona en particular, sino en señalar las tendencias sociales que se revelan en las conductas visibles.
      No paso por alto que el autor considere bajeza lo que he escrito. Yo por mi parte no utilizo epítetos descalificadores contra las personas que escriben sus comentarios en este blog, y cuando aparece alguno de este estilo ofensivo me limito a dejarlo como evidencia fehaciente de hacia dónde conducen ciertos derroteros. Por otra parte no considero haber cometido ninguna bajeza. Solo una lectura muy sesgada puede leer donde en mi texto se denuncian actos extremos inaceptables, la extensión de mis calificativos a todos los que tienen algo que decir, protestar o reclamar honradamente. Nunca hice tal tipo de afirmaciones y basta para probarlo leer el texto que escribí.
      Mantengo mi criterio de que hay soluciones colaborativas mediante el diálogo y que para ello se deben decantar los interlocutores válidos. Es algo que comienza a realizarse por quienes estuvieron con todo derecho en las reclamaciones en el Ministerio de Cultura el pasado 27 y en el más reciente encuentro con el Ministro de Cultura.

  5. Joaquin Pineda

    Buenas tardes profesor Carlos Delgado.

    He leído con detalle lo que usted expone acerca de lo que está sucediendo respecto al Movimiento San Isidro. Debo decir que comparto algunos puntos con usted en cuanto a que, la forma en que ese grupo de personas (algunos) validaron su discurso y se mostraron no fue la mejor. Ejemplo como el de denigrar los símbolos patrios o decir que se aboga por Trump 2020 es inaceptable para mí, no quiero anexionismo ni injerencia de ningún otro gobierno. Pero hay que ponerse en contexto, quien denigró los símbolos y ofendió, y abogó por Trump fue uno de los miembros de ese movimiento, conocido por todos que proviene de la margindad, que posee bajo nivel cultural y apenas sabe hasta escribir.
    Se está manejando la situación desde una burda hipocresía y una doble moral, por los medios de difusión nacionales tales como el Noticiero o el periódico Granma se está tergiversando y manipulando la información. Es cierto que Maykel (el miembro del MSI que denigró los símbolos patrios) cometió una falta que no tiene justificación, pero, cuando en los Estados Unidos se realizan huelgas y queman banderas, o desmoralizan el gobierno y al presidente, ¿no se muestra por los mencionados medios como algo digno de alabar o una muestra del derecho de las personas, ya sea de forma chavacana o intelectual, a la libre opinión? He ahí la doble moral…
    Dice usted que ese tipo de persona no son «interlocutores válidos», me remito ahora a la frase de Martí de una Cuba «con todos y para el bien de todos» donde claramente dice que debe formar parte el todo, le pregunto entonces: ¿qué interlocutor es válido? ¿qué es lo válido? ¿O acaso usted habla con la doble moral como arma también? Hace alusión y apoya llanamente al apóstol, sin embargo, o se contradice o lo acomoda a su discurso conveniente del momento, diciendo que no son válidos ese tipo de personas. Debe usted saber que una cosa continúa siéndolo más allá de nuestra individualidad, con lo cual quiero llegar al hecho de que para usted y para el discurso político imperante, ese tipo de persona no son válidos, pero no significa que, en efecto, carezcan de validez.
    Un Estado que se diga a sí mismo que es portador de las voces de «todos», o que al menos tenga en cuenta a «todos» no oprime a quien tiene algo que decir en contra. No los culpa de cosas y les pone etiquetas demasiado gastadas, no los encierra sin motivo contundente, ¿o acaso pensar diferente y expresarlo es un delito?
    Dice usted también que los huelguistas del 27 de noviembre frente al MINCULT tampoco son válidos porque defienden una causa inválida. Hay que decir que esa huelga se generó por el MSI, pero se convirtió en otra cosa. Fue una concentración pacífica liderada por artistas, escritores, intelectuales, músicos, etc etc…y aún así se dice en el discurso oficial que son financiados por el imperialismo. Un grupo de ellos se reunió con el ministro de Cultura y se pidió una tregua, ¿qué se hizo durante la llamada «tregua»? Fueron expulsados de sus centros laborales muchos, a otros se les encarceló o acechó por la seguridad del Estado, les cortaron las redes sociales, y así otras, todas ellas violando derechos humanos.
    Estoy muy a favor del diálogo pacífico para arribar a concensos, pero lo que refleja la Cuba de hoy mediante las acciones del gobierno es todo lo contrario: llama a todos de mercenarios y terroristas; quitan las redes sociales de forma masiva cada vez que estiman conveniente; el país, y sobre todo La Habana, está militarizada, desde la policía hasta las fuerzas élites del MININT custodian las calles y están no para otra cosa que para reprimir, son muchos los ejemplos de golpes y maltratos perpetrados por las «fuerzas del orden», basta con mantenerse informado en el día a día por las redes sociales; el discurso político gira en torno al descrédito y a la no conversación por lo que usted mismo llama «interlocutores inválidos».
    ¿De veras cree usted que todas las personas que se reunieron el 27 de noviembre son anexionistas, terroristas, gente tan enajenados que desconocen la política local? Por muchos años este gobierno fue dueño absoluto del inoerio de la información que se manejaba, el único medio para conocer era la televisión, radio y prensa local (de más decir que mediadas y tergiversadas), dejó de ser así con la entrada de los datos móviles y el Internet, lo cual, en estos momentos, es su principal enemigo. Ya el pueblo tiene otra vía de informarse (ya sea más o menos legítima) y opinar, hay un poco más de independencia desde ese punto, precisamente por eso representa un peligro para el sistema conservador en que vivimos. No hay que engañarse, lo que se vive, y desde hace varios años ya, no es una Revolución propiamente dicha, sino que es un gobierno ultra conservador que pone excusas ante situaciones urgentes y ataca con la fuerza para no dialogar.
    Es muy posible que Kant no hiciera huelga de hambre en caso de que las autoridades se negaran a talar el árbol, de haberlo hecho hubiese sido bastante grotezco de su parte y una muestra de inmadurez irremediable. El contexto es muy diferente y no entiendo el por qué usted intenta comparar dos cosas tan absurdamente diferentes. Kant escribió la carta porque, a su persona, el árbol era un suceso nuevo que le impedía contemplar el paisaje como todos los días, pero el árbol en sí mismo no le impedía nada más en su actuar diario. Los del MSI llegaron a ese punto de huelga de hambre porque, como la mayoría de los cubanos, estaban agobiados y sin aire de intentar pedir por otros medios y no hallar tan siquiera, una muestra de que son personas. Dijo Martí que «quien no comulga en el altar de los hombres, es justamente desconocido por ellos» (en sus obras completas, un artículo llamado La futura esclavitud), y es justamente eso lo que sucede, todo aquel que se postula en contra de lo que se hace, en primera instancia no es válido porque no pertence al reducido grupo que vive en el altar; y en segunda, si se convierten en un problema por muy minúsculo que sea, se le reprime. Entonces profesor, no se puede pensar de forma abstracta tal como lo dijera Hegel, está viendo el suceso desde un sólo punto de vista y negando todos los demás, y más que eso, negando las causas que llevaron a que se desatara el suceso.
    Lo invito a que vaya a las redes sociales para que vea los comentarios desde el intelectual hasta el más pobre, todos unidos por la misma causa, el manejo irrespondable del gobierno en la toma de decisiones. Las contradicciones se evidencian más que nunca, ya nuestros líderes, se han convertido en prescindibles para crear esa patria martiana que tanto usted como yo y miles de cubanos queremos. Y todo eso, le guste o no, es mérito del MSI, con todo y sus errores y mal manejo de sus convicciones.
    Gracias.

    1. Tenemos perspectivas que coinciden en algunos puntos y divergen en otros.
      Quien denigró los símbolos patrios no cometió una falta, cometió un delito. Los que fueron a la supuesta huelga de hambre y sed demandaban que se liberara a esa persona como si no existiera un proceso legal legítimo que lo condenó por el delito cometido, sentencia sobre la cual el acusado no interpuso el recurso de apelación a que tenía derecho.
      Ni por un momento he confundido lo que acabo de narrar con lo acontecido el 27 de noviembre, porque indudablemente allí había personas reclamando ser escuchadas con todo el derecho a ser escuchadas.
      Si se han cometido violacionas a los derechos humanos de algunas personas lo adecuado es la denuncia formal ante los tribunales. Lo que me hace considerar la postura extrema como de interlocutores no válidos es precisamente la evidente intención de desconocer que existen autoridades y que es con esas autoridades y sin condicionamientos y chantajes que se realizará el diálogo. Pretender que no existen o que son usurpadoras del poder del Estado equivale a situarse en un no lugar, y cerrar las puertas al diálogo como acaba de ocurrir con el correo enviado al Ministerio de Cultura. Es el camino de la confrontación total, opuesto al diálogo.
      En el caso de lo que ocurrió con el correo enviado al Ministerio de Cultura que provocó la ruptura del diálogo iniciado, le expongo mi criterio. A mi me parece completamente razonable que una de las partes reconsidere algo previamente acordad e intente negociar, por ejemplo, si se deseaba incluir determinadas personas o medios de prensa, o por ejemplo, negociar la realización de declaraciones conjuntas si así se deseaba. Negociarlo habría sido un acto pro-diálogo. Imponerlo como una condición mediante un correo electrónico redactado con formato de ultimatum y llamado a la rendición incondicional no fue un acto de diálogo. Por el contrario, tiene toda la forma de una provocación para cerrar la vía del diálogo. Un diálogo constructivo no se promueve mediante una agenda extremista de ese tipo.
      No considero doble rasero lo que usted me comenta sobre la bandera norteamericana. Desde que tengo memoria no recuerdo en Cuba un acto público donde por grande que fuera la ira popular se quemase una bandera, norteamericana u otra. No creo que forme parte de la cultura política cubana ultrajar los símbolos patrios de otra nación, incluida la de los EUA.
      Hay fuerzas policiales especiales en la ciudad, es cierto y no me gusta. Pero difiero de usted en la manera de considerarlo. Usted estima que están para reprimir en general, y yo considero que están para reprimir la violencia. Hay personas confesas a las que se las incita a la violencia y provocar el desorden. Habría sido irresponsable por parte de las autoridades ser omisas contra esa realidad y no desplegar fuerzas especializadas para evitar que se desate la violencia.
      Como escribí en mi texto, no creo que todos los que estuvieron el 27 de noviembre sean extremistas o que no merezcan ser escuchados. Hay diversidad en ese grupo, y tienen necesidad real de expresar sus quejas o demandas o lo que fuera, y ser escuchados en un diálogo constructivo para implementar acciones de cambio. También en otras respuestas expliqué la complejidad de la situación en Cuba, y las consecuencias que tiene la heterogeneidad social, la pobreza reemergente, la implementación de políticas en la situación actual, pero si considero que deslindarse del extremo que irrespeta la ley es fundamental para que se abran los diálogos que necesitamos en el país. Recuerde usted que el diálogo se construye paso a paso. Si considero que los extremismos no representan interlocutores válidos, porque su intención no es dialogar, sino imponer.
      El ejemplo de Kant es solo para ilustrar el absurdo. Difiero en su criterio de que la causa de la huelga es el agobio, no dudo que alguien pueda sentirse agobiado, pero la huelga por voz de quienes la realizaron fue un acto de beligerancia e intransigencia para emplazar no al gobierno, sino al Estado, a la institucionalidad y la ley. Sus dos demandas más importantes declaradas eran la liberación de una persona juzgada con debido proceso, y la segunda que cerraran las tiendas en USD. Para esos dos asuntos existen vías legales, por eso esas causas de la huelga que son las que conozco me parecen absurdas. Desde mi perspectiva el absurdo consiste en que es claro que ninguna de las dos demandas era factible de ser obtenida mediante una huelga, no en Cuba, en ninguna parte. De ahí mi convicción de que la huelga en lugar de un acto cívico tenía todos los rasgos de una provocación extremista anti diálogo, y por eso mi insistencia en decantar para abrir las puertas del diálgo a los interlocutores válidos y no válidos.
      Coincido con usted en que están a flor de piel contradicciones, pero no lo considero mérito de ese grupo en particular, porque llevamos años estudiando los problemas que tenemos proponiendo e implementando soluciones, y hay caminos de cambio social habilitados mediante la ley y la paz y no contra ellas, por ahí van mis diferencias.
      Con respecto a las fuentes de información no considero que deba revisar solo las redes sociales, hay que revisar todas las fuentes disponibles, y sobre todo contrastarlas con la realidad de vida de la mayoría de las personas.
      Como puede ver, aunque las diferencias de nuestros puntos de vista son grandes, podemos tratarnos con respecto y encontrar caminos para habilitar cambios positivos, por eso me reafirmo en la importancia de dialogar.

  6. Niurka Rodríguez

    Profe por qué no critica la represión y la falta de espacios para que la gente de verdad pueda tener prácticas democráticas? Eso no le conviene verdad? Hasta ahí no llega el pensamiento, ahí triunfa la cobardía y la conveniencia. Felicidades, es usted el cordero ideal que quiere el sistema. Qué pena me da que mi hija esté en esa universidad y no tenga otra opción de estudio.

    1. A mi me enorgullece pertenecer a la Universidad de La Habana y al sistema universitario y educativo cubano. Las razones son obvias: educación de calidad, accesible a todos, personal calificado de excelencia, estudiantes interesados en aprender para ejercer profesiones útiles, profesionales que egresan con competencias al nivel del estandar internacional más alto. Universidades y un sistema educativo dedicado al mejoramiento humano y a ofrecer oportunidades por igual a cualquiera que quiera acceder a ese nivel de estudios. Es un ejercicio democrático en el que podemos participar todos, sin distinción ni privilegios de ninguna clase.
      ¿De qué represión habla usted? De un policía con una cámara filmando a una persona que le ofende. Cualquier persona mínimamente informada sabe que la conducta de un ciudadano en cualquier parte cuando lo interpela un agente del orden público debe ser de respeto, aunque después realice la reclamación o denuncia que corresponda si se ha vulnerado alguno de sus derechos. No denuncio represión porque no considero que exista represión en Cuba.
      Democracia siempre necesitamos más, es de reconocimiento público, pero democracia no como una consigna política de derechas que supone al cubano privado de manera absoluta de derechos, sino democracia como ampliación del ejercicio de los derechos que ya tenemos, sin perder ninguno, y haciéndolos más amplios y abarcadores cada vez, democracia ampliada mediante intercambios que permitan la realización más plena de los derechos de todas las personas, en igualdad de condiciones, lo cual es necesario y siempre necesitaremos ampliarlo más. Por eso no critico que se aboge por cambios pero si critico los intentos de provocar disrupción y destrucción allí donde el camino de la paz ofrece oportunidades muy grandes todavía.
      Nunca he negado que estamos en una sociedad en cambio que necesita profundizar los cambios y hacer más intensos sus ritmos, pero no denuncio lo que usted supone debería denunciar, porque valoro las cosas de una manera diferente a la suya, aunque como ve, no por esa diferencia fundamental siento necesidad alguna de ofenderle.

  7. Profe hay una escisión entre realidad y el discurso oficial del cual usted se hace eco. Entre lo que tenemos que vivir y soportar y lo que queremos. El hecho de que un grupito de gente no se sepa comportar adecuadamente y usen los símbolos pátrios irrespetuosamente, no quiere decir que no seamos muchos los que queremos cambios, cambios reales. Por qué por el comportamiento puntual de unos pocos tenemos que posponer nuestros anhelos de una Cuba libre, sin el lastre que arrastramos hace demasiados años. No ha funcionado y no va a funcionar, son vidas, generaciones que hemos crecido, envejecido y nos hemos muerto esperando y esperando. Si a usted le va de maravilla es su problema individual, no tiene por qué aprovechar su pequeño círculo de influencia para intentar imponer su pensamiendo ultraconservador. Lps jóvenes quieren cambios, quieren poder expresarse y cambiar de gobierno si no nos gusta, y no por eso ser apresados y golpeados, asediados etc. Eso es lo que usted defiende?? Gente como usted, acólitos del régimen, está dejando sin salidas a esta generación de cubanos que quiere ser, el único camino que están dejando es el violento, y ese nadie lo quiere, por qué insisten en imponernos su opinión y sus ideas absurdas? Sus manipulaciones?? Usted debiera estar en el otro extremo, como pensador que se renueva y enfrenta sus propias falsedades. Qué nos ha pasado??

    1. Considero que te equivocas. No me hago eco de un discurso oficial. En mi texto coincido con el discurso oficial en que existe una postura inaceptable que se expresa con irrespeto a los símbolos patrios y a la ley, y que hace el juego abiertamente a intereses externos. Por eso la califico de anexionista y la rechazo porque no representa el interés nacional, va contra el.
      Pero mi texto está lejos de afirmar que todo se reduce a eso. Considero que hay más, hay descontento, hay agotamiento, hay problemas sin resolver y considero también que todo eso, no es patrimonio ni de viejos ni de jóvenes. Desde todos los sectores sociales hay reconocimiento de la necesidad de cambios, comenzando por el gobierno y terminando en el más humilde ciudadano. Mi propuesta es alcanzar y acelerar los cambios mediante la implementación de un diálogo social inclusivo. Pero un diálogo inclusivo en Cuba tiene que ir de la mano con el «todos» martiano, basado en valores nacionales, y por eso considero que hay que distinguir los interlocutores válidos de los que no lo son. Desde mi perspectiva con la postura anexionista y de irrespeto a la ley no se expresa una voluntad de diálogo ni se forma parte del todos martiano.
      Supones mal al considerar que no debería expresarme, o que uso un pequeño círculo de influencia. Este es un blog personal, abierto por voluntad propia para compartir resultados científicos y contribuir a que mis estudiantes tengan disponible en internet lo que escribo y publico. Escribo como maestro porque soy maestro y entiendo que tengo el deber y el derecho de contribuir a que las personas se comuniquen y comprendan. Tengo como todos, el derecho de expresarme. Para quien afirma desear un cambio social inclusivo no me parece un buen comienzo reclamar libertad negando a otros la posibilidad de expresarse por el solo hecho de pensar diferente a ti.
      Aplico el rasero del diálogo a todas las partes involucradas por igual, desde el Estado y el gobierno hasta tu criterio aqui expresado. Mi blog es tan abierto que no tenía ni moderación de los criterios, cada quien podía entrar y expresarse, preguntar y compartir ideas. Me vi forzado a cambiar ese atributo por la presencia de criterios de odio y de propaganda contra la ley y las instituciones. Sin embargo, no he dejado de publicar ningún mensaje ofensivo o de odio, mucho menos si es un mensaje con criterios diferentes a los míos porque todos valen en el diálogo. Si he vetado y tirado al basurero los mensajes de irrespeto a otros, a las instituciones, a la ley, y los de propaganda política porque por su naturaleza disruptiva no tienen nada que ver con los diálogos posibles.
      Si consideras mi punto de vista «ultraconservador», es tu criterio. Yo lo considero diferente, por experiencia personal de vida, por lecturas de todo tipo, en especial de historia, filosofía y ciencia política, considero que en Cuba tenemos posibilidades excepcionales para un diálogo social constructivo.
      Si abogas por algo diferente a lo actual, que no esté reñido con la patria y su soberanía, entonces no deberías considerar el diálogo una amenaza, una idea absurda, un intento de manipulación, o el cierre de todos los caminos y un empujón hacia la violencia. Tampoco tendrías necesidad de dar vuelo a tu imaginación para suponer que la convocatoria al diálogo es cosa de «acólitos», aprovechados y manipuladores que actúan impulsados por conveniencias personales ya que les «va de maravillas». Serías capaz de identificar la diferencia: pensamos diferente, queremos seguir viviendo en el mismo país, no queremos la violencia, entonces démosle al diálogo su espacio y oportunidad. Por el contrario, quien considera que llegó su momento y que deben hacerse las cosas exclusivamente a su manera, que los que piensan diferente deben apartarse, y cosas semejantes, no están pensando en un país con todos y para el bien de todos, estan pensando en lo contrario, no necesitan el diálogo ni lo quieren.

  8. Profe un análisis muy bueno para como ud dice tener poco tiempo. Estas personas del MSI de su propia boca declaran el irreconocimiento a las instituciones. Cómo se puede dialogar con lo que no se reconoce? Eso los descalifica como actores en un diálogo que no quieren, lo que desean es un monólogo, que no es más que la dictadura de una ideología disfrazada en democracia. Por el otro lado el irrespeto a símbolos patrios y la veneración al símbolo de un país que tanto daño ha hecho a Cuba y el mundo es inaceptable. Eso no va de democracias y libertades, sino de esclavismo desde la simbología al mismo imperio que la exporta.

    1. Coincido, ese extremo no es aceptable, mucho menos si para hacerse visible necesita mostrar que la ley ni vale ni aplica. A ese extremo hay que aplicar la ley vigente.
      Con todo lo demás se puede y se debe dialogar. En eso consiste mi criterio.

  9. Carlos: Saludos
    Creo que la ruta martiana, compleja y diversificada, del «con todos y para el bien de todos», nos abre una promisoria y esperanzadora ruta para el diàlogo ciudadano y la bùsqueda del bien comùn.
    Ambos, diàlogo y bùsqueda del bien comùn, si martianos, tendràn que ser necesariamente creativos y diversificados..
    Ojal[a que emprendamos juntos y decididamente ese patriotico y martiano caminar.
    Con mi afecto y esperanza, Romàn.

    1. Total coincidencia estimado amigo.
      Si es difícil dialogar en el proceso de enseñanza, mucho más lo es en el proceso social y en coyunturas donde los conflictos están a flor de piel. Pero el diálogo es la única solución de largo plazo y en Cuba existen todas las condiciones para que sea posible. No dejan de existir enemigos a ese diálogo, pero eso no lo hace imposible. Dialogar es hacer triunfar la buena voluntad que cohesiona sobre la división que separa, y por difícil que sea tiene todo el sentido del mundo para mí favorecer ese camino.

      1. Carlos: Saludos
        Creo que lo ùnico que nos permitirà poder caminar, juntos y dialogando, creativa y diversificadamente, por la ruta martiana del «con todos y para el bien de todos», son «los mìnimos» que Adela Cortina plantea como constitutivos de todo Contrato Social conducente a la paz ciudadana y al bienestar comùn.
        ¿Cuàles seràn en nuestra Cuba de hoy esos «mìnimos»? Creo que en su texto Reinventar la educaciòn. aparecen algunos de esos »mìnimos».
        Con mi afecto, agradecimiento y esperanza, Romàn.

        1. Muy importante lo que señalas querido Román.
          En Cuba debemos pensar los mínimos de una moral cívica. Estoy de acuerdo.
          No haré una propuesta positiva por ahora, me gustaría escuchar criterios.
          Solo un esbozo de cómo me planteo el asunto.
          En el libro que mencionas, hay un planteamiento educativo y cívico, que entrelaza el tema de la democracia con el de la cultura y la familia. Por lo general se entiende la democracia solo desde el punto de vista político, a través del sistema de deberes y derechos y su ejercicio. Es algo a considerar claro está, pero se necesita más. No entender la democracia solo como un sistema de deberes y derechos significa para mí pensarla culturalmente, lo que incluye el aspecto político, pero va más allá de él.
          Un ejemplo simplificado es el de la familia patriarcal. Las sociedades se dicen democráticas y como conviven con la familia patriarcal, la contradicción se soluciona parcialmente convirtiendo en agenda política de derechos la familia y su tipo. Pero la solución del problema de la familia consiste en la introducción de la democracia culturalmente en la familia, a través de las formas de familia no patriarcales. En síntesis, sin dejar de pensar la democracia como concepto sociopolítico que es, pensarla culturalmente arroja beneficios indudables para el cambio desde abajo, que ha sido siempre el cambio más duradero y sostebible a largo plazo.

  10. Norma Gálvez

    Me parece muy interesante conocer cómo descalificamos los criterios de otros, pero somos incapaces de reflexionar, hablamos de dictadura, de.. , pero no respetamos criterios, no damos argumentos, vamos hacia las vulgaridades, las ofensas las descalificaciones. Hay que razonar, pensar que un pequeño grupo no tiene por qué tener la razón, pero deben ser tomados en cuenta y no erigirse en la razón suprema, detesto cuando veo las vulgaridades, la falta de educación, sobre todo porque la conducta de muchos de los implicados sería descalificable, pero no se tata de señalar manchas personales, sino de respetar, si es lo que piden, de ir con argumentos, no con falacias, el anexionismo en cualquiera de sus variantes es espantoso, cómo hemos desarrollado capacidades intelectuales para la instrucción, pero solo lo destructivo, la ofensa no vale, yo, como me respeto no daré criterio de algunas de las biografías de implicados en un llamado movimiento que solo en un pequeño porciento ha desatado interés y sobre todo en la búsqueda de promoción exterior. Pena de que no puedan analizar, dialogar, discutir, y el método sea la ofensa, Carlos llama al análisis de altura. Hagámoslo, los que no puedan pues sigan descalificando, eso nos ayuda a nuevas valoraciones y rediseñar nuestro trabajo docente, creo que es la lección más importante de todo esto..

      1. Yo no lo llamaría diálogo, lo llamaría intercambio pues todos queremos y necesitamos cambios, como mejorar la economía en todos los sentidos, desarrollar el país, producir, mejorar los órganos de la administración, se requiere que la sociedad cubana vea el cambio y participe de éste todo dentro de la propio cambio que ha sido el proceso político cubano dentro del cual no se puede evitar la influencia negativa de quiénes han tratado de apoderarse de Cuba, y han logrado adeptos que inevitablemente chocan con la marginalidad, con el desconocimiento de los valores de la Revolución y se convierten en anexionistas y por tanto enemigos de la independencia.

  11. Sergey González

    Profe, me lo imagino en el Parque Trillo gritando a viva voz: Pa’ lo que sea Canel!! Pa’ lo que sea!!!!!!

    1. Los mítines son importantes porque permiten la expresión de una comunidad de personas. Casi siempre son comunidades heterogéneas que se mueven juntas por alguna o algunas ideas que comparten total o parcialmente. Las consignas que se enarbolan expresan esos elementos de comunidad.
      El mítin en el parque Trillo expresó la voluntad de un amplio sector, que considero mayoritario en nuestra sociedad, que desea la paz social, rechaza la grosería y las conductas de irrespeto a la ley, aboga y favorece el diálogo y no renuncia a su confianza en que el gobierno actual es competente y defiende los intereses nacionales. La declaración de principios es muy positiva a mi juicio y abre las puertas para un diálogo real. Por eso la apoyo completamente. El diálogo permitirá poner sobre la mesa críticas, propuestas que habiliten cambios necesarios, que seguramente serán muchos, si consideramos la heterogeneidad de la sociedad cubana actual, la complejidad de las políticas que necesitan crítica, y transformaciones que no pueden esperar mucho más.

      1. Así que estás de acuerdo con los mítines??? Que son el ‘sentir de la mayoría’. Usted lo que es un lameculo, un chivatón de cuarta categoría, viejo ridículo, poco hombre. Te faltan cojones para ser consecuente, vives de las piñitas de esa universidad que es la mata de la mediocridad. Mira cómo viven en la miseria los profesores que no entran en las piñas, para que estés defendiendo nada, cretino, payaso. Vives de los dólares que buscas afuera y te atreves a desearle a la gente lo que tú no vives. Criticas a gente que vale más que tú, berraco, y abusas de plegarte al poder. A tipos comp tú les llega la hora chama, sigue filmando de chivatón que te va a ir muy bien.

        1. Ahora ya no es diferencia de criterio u ofensa lo que se expresa.

          Llegamos a la amenaza.

          ¿Cuál es la pertinencia cívica, democrática, de derechos humanos de la ofensa y la amenaza a un maestro que expresa su criterio personal y respeta el resto de los criterios?

          ¿Se pueden considerar interlocutores de un diálogo cívico constructivo los que así proceden?

          En mi concepto no.

          Dejo el mensaje de odio y amenaza visible como evidencia de los extremismos que rechazo y los interlocutores no válidos.

    1. Analicemos objetivamente ¿qué hice?
      Escribir un artículo que expresa mis criterios y valoraciones sobre acontecimientos de la vida social y política, donde llamo la atención sobre la necesidad de identificar los interlocutores válidos y promover el diálogo poniendo a un lado fanatismos, ofensas y extremismos.
      Esto ofende a algunas personas, admira a otras, desencanta a terceros. Hasta ahí todo normal, pues un texto que tenga actualidad rara vez podrá despertar criterios idénticos o uniformes.
      Lo que no es normal es que se desate un fanatismo de ataques personales, descalificaciones y mensajes de odio, en ninguno de los cuales hay la más mínima intención de dialogar. Todos esos los he dejado visibles, para que sirvan de evidencia del tipo de pasiones que se despiertan por un texto académico. Pero también me he visto en necesidad de borrar otros que ofenden organizaciones, personalidades políticas y a cualquiera que no sea parte de la opinión fanatizada, en lo que considero un intento de hacer propaganda en un espacio que no es para eso, pues en él se convoca a dialogar.
      No se quien eres, pero cuando me consideras «de los nuestros» entiendo que me conoces, o has sido lector de mis textos, o has encontrado puntos de coincidencia en el pasado y no los encuentras ahora. Eso también es normal, es parte de los crecimientos personales, los tuyos y los míos en estos casos. Que no coincidamos no es problema, porque no solo en la coincidencia, también en la diferencia si se encauzan bien se fortalecen las comunidades y se crean nuevos puntos de convergencia. Este caso no es diferente.
      Por otra parte, ¿quiénes son los míos?, los mismos de siempre, en eso no he cambiado: los míos son los que aceptan la diferencia, los que no se fanatizan, los que están dispuestos a escuchar y rectificar lo que sea menester, aprendiendo sin presiones, los que intentan ejercer un pensamiento crítico que no es infalible, pero siempre es honesto, y sobre todo quienes colocamos el interés nacional primero, porque sin patria no tenemos nada.
      Que pensemos diferente sobre determinados asuntos no significa necesariamente que debamos estar enemistados, sordos al otro, o que nos ataquemos mutuamente. Podemos y debemos construir juntos.

      1. Lino Morán Beltrán

        Era de esperar que una reflexión sobre lo ocurrido en San Isidro generara lo intenso de los comentarios. La sutileza de los discursos exigiendo libertad, respeto a los ddhh, salario digno, prosperidad, pueden facilmente calar en el imaginario colectivo de los pueblos….. lo difícil esta en saber que intereses reales suben y bajan el telón de estos acontecimientos. Desde esta otra orilla observo que proponer el diálogo como alternativa a la violencia sigue siendo revolucionario… La grandeza de Cuba sabrá velar por el bien del común ! Un abrazo Carlos…. la onda nuestra, tambien es la honda de David!

        1. Querido Lino,
          Coincido en tu visión y por eso mi énfasis en dialogar, porque es una vía constructiva de encontrar al otro en la diferencia legítima.
          No todo es delincuencia que ofende los símbolos nacionales y se suma al imperio.
          En los últimos treinta años se han venido acumulando acciones, políticas, agresiones, carencias, … que han desencadenado procesos de diferenciación social y pobreza reemergentes. Hay necesidades insatisfechas y demandas de cambio en todos los sectores, la mayor parte de ellas no dudo que son legítimas y que se acompañen de propuestas positivas que deben ser tomadas en consideración y mediante el diálogo implementadas en políticas públicas.
          En política lo que una parte quiere puede triunfar sobre otra parte no solo porque tenga fuerza o se quiera, mucho del éxito de una parte tiene que ver con las vulnerabilidades de la otra parte. En el caso de Cuba hoy, lo que está ocurriendo manifiesta un descontento social real y una insuficiencia clara en los sectores revolucionarios y el gobierno para implementar políticas efectivas que reconozcan las vulnerabilidades propias. Esa es la amenaza mayor, seguir sin reconocer las vulnerabilidades y sin trabajar con ellas para habilitar un cambio social positivo.
          Tenemos un proceso de cambios que es positivo. El gobierno actual es competente, demostró con la COVID-19 capacidad y liderazgo, capacidad de diálogo con diversos sectores y se han logrado resultados muy positivos con amplia participación del conocimiento y la ciencia. Hay más ejemplos, por supuesto. Por eso creo el diálogo posible y necesario, y no puedo considerar el gobierno como un obstáculo, por el contrario, representa para mí una oportunidad para hacer posible el encuentro y la transformación, porque ha demostrado que puede.
          Pero todavía no somos conscientes de las vulnerabilidades propias y la necesidad de cambios económicos, políticos y sociales socialistas pero profundos, que transformen la vida nacional. Por ejemplo, tenemos ministros que van a la prensa y explican, pero todavía tenemos una concepción equivocada e iluminista que considera que la labor consiste en ilustrar a los que no entienden, y la prensa suele ser tímida en sus preguntas, y complaciente con la idea que todo lo que se hace desde el gobierno está bien hecho en principio, y pregunta para que quienes no entienden, puedan entender bien. Eso está absolutamente alejado de la realidad. Una medida política cualquiera siempre impactará en sectores diferentes de modo diferente, y es imposible que se conozcan los impactos diferenciados sin una comunicación efectiva y una crítica aguda donde una parte importante ha correspondido siempre al periodismo, el trabajo social, las ciencias sociales, los activismos ciudadanos. Eso por situar solo un ejemplo, pero teóricamente, el problema es mayor. Como una política impacta de modo diferenciado en los grupos sociales, seguir hablando al pueblo en general, es no hablar con nadie en específico, y eso es muy grave por el deterioro de la credibilidad pública que implica. Los problemas sociales y los impactos de las políticas hay que entenderlos en términos sociopolíticos en los que una categoría general como pueblo es importante, pero no basta, hay que bajar a los sectores y las personas.
          El inventario de lo que debe ser cambiado es inmenso, y la velocidad de los cambios se enlenteció mucho desde antes de la COVID-19, eso también impacta negativamente y produce radicalismos por simple desesperación de las personas.
          El voto por la Constitución demostró la existencia de un sector en crecimiento que piensa diferente. Se necesitan políticas públicas que han tardado en pensarse e implementarse. No puedo sumarme a una crítica devastadora porque se han venido cambiando muchas cosas, pero no puedo dejar de reconocer que son todavía insuficientes, y deben profundizarse los cambios, y para ello hay que entender la heterogeneidad de la Cuba actual y no solo los problemas que representa, sino la oportunidad de oro para un socialismo a la altura de los tiempos y la sociedad real.
          En fin, estamos lejos de tener delante una situación en que todo se puede reducir a que el enemigo provoca o aprovecha una situación de inestabilidad. La está provocando y está aprovechando la oportunidad para llevarnos a la violencia, y por eso comencé escribiendo sobre la necesidad de deslindar ese sector inaceptable por antipatriotico. Pero hay más y con todo ese más es necesario dialogar porque no son enemigos, es la nación cubana en su diferencia.

  12. Estimado Doctor. Su texto es extremadamente des8ndormado y desinformador. He quedado profundamente decepcionado, pues conozco de su buen tino y mesura. Parece bastante evidente que usted desconoce de dónde viene el Movimiento San Isidro, quienes son y qué quieren. Quiero pensar eso, que lo desconoce, y no que, sabiendo quiénes son, pueda decir tantas falsedades. Cuba vive momentos trascendentales. Quizás logremos sobrepasarlos construyendo definitivamente esa patria inclusiva y democrátiva que Ud. sabe que no tenemos. MSI es parte de las contribuciones a esa construcción que incluye toda diversidad. Ojalá en algún momento pueda verlo. Saludos.

    1. Le doy las gracias por expresar su decepción. No puedo evitarlo, recuerde que quien escribe es responsable por lo que dice el texto, pero no de lo que cada quien interpreta.

      Mi texto no pretende hacer la historia del asunto, sino mostrar el rostro que presenta el desenfreno de varias de sus expresiones líderes, y a lo que conducen.

      Sin duda no tengo todos los conocimientos ni todos los detalles, nunca pretendí tenerlos, por eso mi texto está lleno de preguntas a mí mismo, con la intención de que los lectores se las formulén a su modo y le encuentren sus respuestas. Seguramente habrá escritos que expliquen detalles, ahora o más adelante, y los leeré con gusto.

      Mi texto no está basado en falsedades, no me inventé nada, ni tomé prestadas de los medios declaraciones o valoraciones. Me basé en lo que por sí mismos expresaron actores autodeclarados parte.

      Siempre hay un margen de error en lo que uno escribe, sobre todo cuando se valora lo inmediato. Es claro que el tiempo añade calidad a la acumulación de información y a las reflexiones. Pero los hechos, las declaraciones, las ofensas, no me las he inventado.

      Cuba vive momentos transcendentales desde hace mucho, con la participación de millones de sus habitantes. Hoy está viviendo momentos trascendentales también, personalmente nunca había visto tanto odio en mensajes que pretenden usar mi blog para difamar, ofender personas, y hacer propaganda política contra el gobierno de Cuba y la institucionalidad. No doy espacio en mi blog a esos fanatismos, ni a la barbarie disfrazada de proyecto social de cambio.

      Hasta ahora la evidencia con que cuento me reafirma en la idea de que abrir caminos al diálogo es una premisa fundamental que está siendo violentada.

      Estimar el diálogo inaceptable no es mi camino.

  13. Leo los comentarios, parecer se los mereció. La extensión del texto es fuera del común y este tipo de crítica no me parece oportuno en la ocurrencia. Un análisis fuera del contexto actual. Mejor hubiera sido que se callara. Malo momento en malo lugar, dice el refrán.
    Ni me dio la gana de adelantarme en esta prosa. A botazo en el culo el profe de filo… Ups, ¡qué verguenza!

    1. Ni lo conozco a usted y al profesor hace 40 años que no coincido con él, somos de la misma escuela filosófica de formación, no me dedico a la filosofía, pero por qué tiene que callarse, por qué saca usted las cosas del contexto, no ha pensado que quien desconoce los elementos sea usted, su punto de vista me lo demuestra

    1. La academia cubana se renueva constantemente y gracias a ella y la revolución social que la nutre, contamos con resultados científicos en todos los campos que mejoran la vida de las personas y están accesibles a todos en igualdad de condiciones.

  14. Omar Guzmán Miranda

    Muy buen análisis Carlos. Es un texto que hace un llamado al dialogo en los marcos de la Patria, entendida desde criterios de soberanía e identidad nacional por el bien común y la paz.

    1. Encuentro resonancias positivas en muchos lectores que se interesan en dialogar, y muros de rechazo mediante la expresión de odios, ideas que fanatizan verdades propias de un grupo, que los demás deberíamos aceptar, y si no lo hacemos, aceptar ser tildados de cualquier cosa, que será siempre negativa.

      Cuando al llamado individual al diálogo y el reconocimiento de la diversidad se responde de ese modo, creo que estamos ante la mejor evidencia de que se construyen de forma acelerada las barricadas de la confrontación y el odio.

      Sigo mi andadura intelectual, pues cuando en una sociedad el llamado a la construcción colectiva de una paz común se rechaza por una parte, es razón suficiente para que el maestro comprenda que tiene obra por delante, y para que continue su labor para que prevalezca el bien común.

  15. que me boten de la uh si quieren, aquí me dicen: yo no me meto en esa candela, no vamos a lograr nada, me importa un c. Apártense que venimos nosotros, aCuba la queremos cambiar y va a cambiar, aunque nos digan anexionistas y mercenarios, total, si no es por las remesas aquí no vive nadie. Hambre, yo tengo hambre, yo paso hambre y a nadie le importa.

    1. En su primera línea se declara usted estudiante, pero su texto no me permite reconocer la identidad de un estudiante.
      Ser matriculado en una institución educativa y ser estudiante son cosas diferentes, pues esta última es más una condición que un título.
      Una condición implica preocupaciones, modos de actuación, en este caso como la curiosidad, la capacidad crítica que no abraza una idea sin antes examinarla detenidamente y buscarle todos sus ángulos. La condición estudiante implica de modo automático y genuino la voluntad de dialogar y contraponer argumentos y evidencias a los argumentos y las evidencias, pues en ningún casos estás serán por sí mismas o por su propio peso definitivas.
      Afirma que tiene usted hambre. En Cuba tenemos carencias y necesidades de todo tipo, y la mayoría las asume con estoicismo espartano y dignidad infinita. Pero no existen condiciones sociales para que alguien pase hambre, sin que pueda acceder a alguna vía de ayuda y encontrar protección. Una persona jóven y con buena salud siempre encontrará un trabajo que le permita mantenerse. He tenido estudiantes con muchas situaciones extremas, madres solteras con hijos pequeños que estudian y trabajan, y se forjan un futuro con gigantesca voluntad. Y cuando no se puede porque la salud no nos acompaña, o porque existe otro imponderable queda el recurso de la seguridad social.
      Releo su comentario y no encuentro la más mínima voluntad o intención dialógica. Una parte de las personas que leen podrán pensar que pierdo mi tiempo en un esfuerzo inútil. Claro está, aunque respondo a su mensaje, no escribo exclusivamente para usted, sino también para todas las personas que estamos por el cambio social con sentido y propósito constructivo.

    2. Eso es lo que quiere que se le deje el camino libre para destruir lo que ha costado sudor y sangre porque usted es amante solo del dinero, le cuento que no le dejaremos destruir la revolución porque personas irreverentes, sin análizar las consecuencias futuras quieran cambiar, quieran entregar el país segura estoy que de ocurrir usted será un miserable más, con más hambre de la que dice tener

  16. Liliana Hernandez

    He leído los comentarios, no quiero usar palabras de odio, no quiero descalificar… díganos usted mismo, denos la vía que a la vista de gente como usted una protesta pueda ser legítima? Cómo podemos decir que esto que estamos viviendo se llama Dictadura sin hacerle el juego al enemigo? Yo no quiero anexionismo, no quiero hacerle el juego al imperialismo, no quiero irme de Cuba, quiero ser feliz aquí, con libertad, cómo hacemos? Qué vía usamos que no nos criminalicen y nos digan horrores? Por favor díganos. Lo leo con atención.

    1. Las vías de diálogo comienzan en el reconocimiento de la diferencia. No estamos solos en la sociedad, hay más personas, grupos y criterios a nuestro alrededor. No es posible dialogar si no se reconocen los demás y se considera que somos poseedores de toda la verdad.
      Entonces, en la nuestra, como en cualquier sociedad existe un marco concreto que lo ofrece la Constitución, a la que siguen las leyes, las organizaciones sociales, las no gubernamentales, diversidad de espacios sociales, y estos virtuales donde con unos pocos recursos se pueden construir espacios de diálogo y reconocimiento mutuo.
      Se puede hacer valer los espacios desde el esfuerzo individual, pero claro está que es lento y no basta. Por otra parte, si no somos reconocidos necesitamos mostrar nuestra identidad constructivamente para que los demás reconozcan en nosotros una identidad diferente portadora de propósitos constructivos.
      En la vida social nada es sencillo ni puede solucionarse con actos únicos o de una sola vez. Todo requiere darse a conocer primero y ser entendido. Lo que aparece como disruptivo con las normas más básicas de la historia del grupo humano, produce por sí mismo rechazo. Eso no queire decir necesariamente que se rechace porque es novedoso. Nunca una persona razonable se solidarizará con una causa que no comprende y menos aún con una que produce por sus modos de actuación vulgares y disruptivos rechazo por las amenazas que implica a la paz social más básica.
      Nada es sencillo en la sociedad, y en la nuestra no lo es menos. Mi criterio es que los marcos legales y legítimos están a la mano, y desde mi perspectiva y memoria nunca han sido tan amplios como ahora. En la actualidad, y desde hace ya varios años, Cuba entera se reconoce con necesidad de cambios y en proceso de cambios. No niego tampoco que puedan existir vías innovadoras para que esta o aquella idea que tenga sentido para las personas se abra paso, pero en mi convicción más profunda, allí donde se puede dialogar, emprender vías disruptivas con el orden social más básico es un error.

    2. Yo sí apoyo al profesor, abajo la guszanera, que se vayan todos los guzanos, aquí no los queremos, no los nesecitamos, a palaso limpio con todas estas lacras, la universidad es de los revolucionarios Y lo patriota, viva Fidel, viva Raul, viva Canel, asta que se seque el malecon

      1. Gracias por tu apoyo, pero es necesario matizar las cosas.
        Recuerda como dice una frase que usamos de vez en cuando en las conversaciones personales, que «no son todos los que están, ni están todos los que son».
        No es cuestión de responder a palos y listo el caso. No, se necesita responder con firmeza a lo que es lacra, y lo que es enemigo, pero se necesita también separar la paja del trigo. No todo lo que se expresa como malestar es necesariamente extremo o enemigo, puede ser también el signo de debilidades, vulnerabilidades y errores que se cometen en decisiones tomadas que afectan la vida de las personas.
        Es necesario deslindar lo que es enemigo de lo que es diferente. Por eso comencé con un texto que levanta el asunto de los límites, que para mí comienzan con el respeto irrenunciable a la patria. Ahí encuentro el punto de deslinde entre lo inaceptable para un diálogo y todo lo demás, que sería aceptable para un diálogo. Hacer ese deslinde significa que no se pueda tildar a cualquier diferencia como enemiga, porque en la diferencia están también fuerzas positivas que permiten comprender en qué se equivoca un grupo social o una tendencia de ideas cualquiera.
        En política el Che Guevara llamaba a tener «claridad política» y a no confiar en el imperialismo «ni tantito así». Son dos ideas muy importantes que señalan dos errores que no debemos cometer. La segunda permite tomar decisiones de patria o muerte cuando son necesarias y como decía también el Che, porque la paz es rota por las fuerzas contrarias a la revolución social. La primera es fundamental alcanzarla, porque la claridad política no es un apoyo ciego y visceral sino un apoyo razonado, que distingue diferencias y errores.
        No se apoya un proyecto político porque sea perfecto, sino porque se coincide con lo fundamental. Pero no se descalifica como enemiga una diferencia o una crítica al gobierno o un proceso social cualquiera de plano y a ciegas solo porque sea crítica.
        Frente a un enemigo identificado se debe actuar con firmeza, pero hay que evitar el error de identificar como enemigo, en la confusión, al diferente, aunque incluso quizas no sea revolucionario, pero que no es contrarrevolucionario. No realizar esa distinción es un error grave, porque en quienes critican hay un extremo que es enemigo y quiere la destrucción, pero no todos los que critican o expresan descontento social son enemigos. Tampoco se puede decir de ellos que están completamente equivocados. Este es un asunto importante a comprender: cada ciudadano está situado frente al Estado de modo desigual, y las políticas que se implementan llegan a cada quien en su contexto y vulnerabilidades. No existen políticas perfectas, ni políticas que no tengan impactos negativos sobredimensionados sobre algunas personas y grupos. Si se reconoce esta realidad, hay que reconocer que en la respuesta a las políticas se manifiestan muchas cosas, y hay que tomar en consideración ese pensamiento y esas inconformidades en positivo, para realizar cambios, a veces en una política, a veces en un curso de acción o una estrategia, a veces más amplios, generales y profundos.
        Una fuerza revolucionaria consecuente tiene el deber y la necesidad de distinguir una cosa de la otra y crear las vías de comunicación para que encuentren espacio en su cause todas las inconformidades legítimas que no están en el extremo del odio, y por supuesto, no puede situarse ella misma como fuerza social en ese extremo.

  17. Carlos, tuve la posibilidad, hace algunos años, de asistir a sus clases, por la admiración que tuve en aquel entonces es que me permito dejar este comentario a su post.
    Siempre, en cualquier gran idea, se reconoce a su creador/creadora como un «adelantado a su tiempo», y la verdad es que sí, la maravilla de las ideas para quienes las vemos desde afuera es comprender cómo alguien que estaba viviendo en un mismo tiempo/espacio, pudo lograr ver más allá y traernos la maravilla de la reflexión, teoría, invento e incluso amalgamar un cambio paradigmático en nuestras vidas y la sociedad entera. Lamentablemente, percibo que su reflexión en este post ayuda muy poco a esto, no da luces y sólo la percibo como el trabajo de un funcionario, no la de un intelectual.
    Quizá usted no reciba ninguna llamada de alguna pseuda autoridad para que rectifique o borre su post, sin embargo, esa misma ausencia de llamada hace a su post completamente irrelevante, más de lo mismo, y quizá por eso es que algunos/as nos sentimos sorprendidos de cómo usted gasta su tiempo defendiendo lo indefendible y no dedica su mínima lucidez a darnos alguna idea mayor. Como dije, usted más que un intelectual es un funcionario cómplice de la élite cubana que se mantiene en el poder.

    1. Imagínese usted, he pasado en un día de «pedante» con «parálisis mental», ente tenebroso al que «temen» sus compañeros de trabajo, «aprovechado», y no me acuerdo cuánta cosa más, a un «funcionario cómplice de la élite cubana que se mantiene en el poder».

      Yo sin embargo no he descalificado a nadie. Me limité en mi texto a mostrar allí donde existe, la evidencia de desatinos y excesos, a preguntarme por la pertinencia de otras acciones, si serán o no más de lo mismo, no a enjuiciarlas, sino a pensar en ellas para diferenciarlas. Y ante toda esa diversidad y la complejidad de los acontecimientos apelé al fundamento de lo que como cubanos se supone un elemento matricial de cualquier diálogo: la patria.

      No hay que asombrarse de que el nombre propio sea diferente del que nos dan.

      Me miro al espejo y ¿qué veo yo?

      Veo a un maestro que escribe para abrir caminos a la comprensión, la identificación de los demás (que no son «otros», sino nosotros mismos con experiencias de vida y otras circunstancias que les proveen de conocimientos distintos). Una patria como enseñó Martí se construye de voluntades, no de la voluntad de unos contra la voluntad de otros. Pero no se construye sin reconocer dónde se encuentra su enemigo principal, ni que comportamientos y situaciones internas pueden ser aprovechadas por ese enemigo.

      Por otra parte, el problema de Cuba no es el problema del individuo frente a las instituciones y los poderes del Estado. Ese es uno de los problemas que tenemos en Cuba, con sus particularidades, y efectivamente demanda atención. Pero el problema de Cuba tiene otros muchos rostros e identidades que necesitan dialogar.

      Eso que usted llama «la élite cubana que se mantiene en el poder» también tiene muchos matices, historia, aciertos y desasiertos, y debe ser considerada como parte de los actores fundamentales del diálogo social, porque lo crea o no, representa una parte de la nación que también tiene voz propia.

      Mis criterios son ciertamente diferentes a los suyos, aunque no por ello me siento en la obligación de descalificarla. Así son las diferencias.

  18. Muy interesante escrito. Se puede estar de acuerdo o no y no deja de estar excelente. Sobre todo porque despierta la reflexión y de eso estamos ávidos en Cuba. Tres términos empleados lanzan al debate propuesto diversas posiciones: tolerancia, diálogo, limites. Cada uno es relativo en tanto, su punto de partida depende de los interlocutores(en plural) . Sin embargo, es necesario entender que el posicionamiento en el poder también ofrece posturas específicas con relación a estos términos como por ej la voluntad para hacer valer el diálogo despojándose del posicionamiento de poder de que se trate. No creo en la tolerancia pues para mi también es una posición de preponderancia que sesga toda acción de comprensión. Si creo en el respeto en todos sus matices. El no respeto a la soberanía también en todos sus matices ,siembra la intolerancia y desde aquí acciones cívicas que pueden expresarse de diferentes maneras pero que al final, son reflejo de una intolerancia que pone límites al diálogo y alimenta a su manera al anexionismo y al descontento. Gracias Carlos por poner a pensar a todos.

    1. Gracias Zoila por contribuir a pensar esos conceptos tan importantes.

      Coincido en que se necesita trabajarlos, en general, pero también en cada diálogo específico, porque la presencia de actores diferentes y hasta de individualidades puede contribuir a encontrar matices de coincidencias que habilitan la formación de consensos.

      La naturaleza filosófico-política del texto y la incertidumbre y realidad de los acontecimientos aseguran que no pueda ser un texto definitivo, está para eso, convocar al pensamiento que reconozca la diferencia y la posibilidad de dialogar con interlocutores válidos porque comparten un marco de posibilidad para el encuentro en la diversidad, que no tiene por qué ser desencuentro.

      1. La tolerancia es un concepto supremacista, hegemónico. Se trata de aceptar que el otro tiene exactamente el mismo derecho que nosotres. Ninguna persona tiene que mostrar tal legitimidad.

        1. Tolerancia es un concepto más, que debe entrar en la ecuación. No tiene por qué ser supremacista. Si cada quien abre el espacio para escuchar al otro antes de estigmatizarlo y desecharlo, eso es tolerancia, y no es supremacismo, es una pausa para darnos el beneficio de escuchar al otro.

  19. Alejandro Barro

    Qué verguenza que estén enviando esta muestra de parálisis mental en la Universidad de La Habana. Este señor vive de su ego, sus propios compañeros tienen miedo opinar y ponerlo en su lugar por las represalias. Pierdan el miedo, a estos personajes hay que hacerles frente, todos no podemos ser expulsados de la UH. Usted no es martiano, usted es un divisor de cubanos y un oportunista. Lea los comentarios y asimile. Pedante

    1. Vean aquí una prueba más, de que el odio cuando se desata no tiene límites.

      Lo dejo como muestra para los que creen que exagero cuando digo que el asunto principal hoy es detener el odio y abrir las puertas al diálogo social con interlocutores válidos.

  20. Cada cual asume sus pensamientos, el momento exige honestidad intelectual, siempre hubo y hay en Cuba quienes ven la solución de nuestras penurias en soldarnos al norte, otros en bajar el tono de vez en cuando y maniobrar para no enfurecerlos , y quienes afincan sus riesgos para asumir la independencia de la nación, me quedo con Martí el de ayer y el que necesitamos hoy.

    1. Martí es un factor de unidad nacional en la diferencia y los principios. En el cuadro que encabeza la entrada en el blog están Luz y Varela, Cuba en su naturaleza, y Martí en todo el espíritu del texto.

  21. Dice que la «causa anexionista», qué impotencia cada vez que alguien denuncia todos los atropellos que se sufren en esta cárcel que se llama Cuba y te tildan de anexionista, de vendepatria, de gusano, de delincuente común, wow, hasta cuando hermanos?? Hasta cuando estas HDP nos van a joder la vida? Mierda cada cez que surge una luz de esperanza vienen tipejos como este a echárnosla a perder, reverendos hijos de puta, me cago en todo lo que existe

    1. Tampoco voy a borrar esta belleza de mensaje. En este caso son tres las razones.

      La primera es que muestra como una lectura descuidada produce generalizaciones que no existen en el texto que se comenta.

      La segunda es que muestra también, como una persona, sin distinción de edad o sexo, puede ser atrapada en el odio al punto de impedirle asimilar un texto que llama a reconocer los límites, dialogar y construir juntos.

      La tercera, porque también por oposición y sin quererlo, me confirma en la necesidad de seguir escribiendo y educando para que otras personas no sean atrapadas en el odio y el fanatismo.

      1. Estimado Carlos, te conocí cuando eras un “simple” profesor en el polo científico. Eras un tipo que se cuestionaba cada letra, cada acción, lo que fuera. Eras lo más revolucionario que tuve como profesor en mi formación como científica. Te agradezco mucho por aquello. Solo quiero preguntarte dónde quedaron todos aquellos cuestionamientos y crítica? En que momento de tu vida pasaste a ser parte de quienes etiquetan, toleran en vez de aceptar, imponen en vez de disfrutar la diversidad? Yo también he envejecido, como tú, y decidido hacerme a un lado para que la gente joven pueda soñar, como yo lo hice en los noventa. Te mando un abrazo y me quedo aquel joven Carlos que me inspiró tanto.

        1. Sigo cuestionando cada letra que leo, me va como efecto del oficio incorporado al vivir.
          Todos los cuestionamientos y las críticas están aquí conmigo, y se expresan consecuentemente en el texto, sin estigmatizar ni ofender, en un ejercicio sistemático por tratar de abrir las oportunidades del cambio social positivo, con todos y para el bien de todos.
          ¿A quien he etiquetado? A nadie. Me he limitado a señalar con el dedo un extremismo inaceptable allí donde se ha expresado a viva voz por sus portadores.
          Más viejo estoy, el espejo no miente. He vivido con gusto y han pasado los años, y con ellos se acumulan experiencias, estudios, y la carga cognitiva es completamente diferente. La mía me convoca a seguir siendo crítico y a no apartarme; por el contrario, me convoca a seguir ofreciendo lo mejor de mí como maestro para contribuir a la explicación de las cosas y la comprensión de las personas.
          Una sociedad se hace con todos los que quieren vivir en ella y formar parte. De ahí para arriba todo y con todos, la mayor edad no hace desechable a nadie.

    2. Cuando se carece de argumentos y de valores la actitud es esa que usted adopta defender lo indefendible y ofender al que llama contrario, eleve por favor, profundice en los elementos teóricos de lo que defiende y verá que carece de razones.

  22. Yaumara Figueredo

    Yaumara Figueredo
    Y qué iban a esperar de este señor que anda en carro y viaja? Que come bien y le dan cargos? Que renuncie a lo que ha logrado en esta cluaca? Están pidiendo demasiado. Así está 🇨🇺. Es verdad que tiene que defenderla a como de lugar. Marginales somos todos respecto a esta especie.

    1. No voy a borrar esta belleza de mensaje por dos razones.

      La primera es que muestra como una persona, sin distinción de edad o sexo, puede ser atrapada en el odio al punto de impedirle asimilar un texto que llama a reconocer los límites, dialogar y construir juntos.

      La segunda, porque por oposición y sin quererlo, me confirma en la necesidad de seguir escribiendo y educando para que otras personas no sean atrapadas en el odio y el fanatismo.

    2. Orquidia Grillo Zamora

      PIENSO QUE PARA EXPONER UN CRITERIO PROPIO, NO ES NECESARIO ATACAR A UNA PERSONA DE LA FORMA QUE LO HAS HECHO ,ESE ES UNO DE LOS PROBLEMAS QUE EXISTEN EN CUBA ,ENSEGUIDA ATACAMOS DE FORMA DESPIADA .

      1. Querida amiga,

        ¿A quien he atacado yo?

        Me he limitado a por señalar por su nombre actos en mi concepto repudiables y que sirven a los peores intereses, que en lo que a nosotros atañe, no son ni los tuyos ni los míos. Pero así se expresan algunas personas, se van a los extremos.

        1. Orquidia Grillo Zamora

          QUISE RESPONDER A YAUMARA Y OTROS ATACANTES AQUI .
          QUE NO ES LA FORMA PARA HACER PREVALECER CRITERIOS ,PIENSO QUE SI TIENES ALGO MATERIAL HA SIDO CON TU ESFUERZO Y NO CREO SEA IMPORTANTE ESO .

  23. Jorge Diaz de Villegas La Rosa

    Andan pasando esto, Carlos Delgado defendiendo lo indefendible, siempre supe que era un aprovechado. Defienda sus viajes, sus privilegios, su doble vida, sus arreglines. Móntese al carro del pasado y lárguese.

    1. ¿Está usted seguro que su mensaje no es un mensaje de odio?
      Su mensaje habla de mi como si me conociera.
      ¿Se ha percatado que su mensaje dice más de usted que de mí?

  24. Eliades Acosta Matos

    Profe, patria y revolución no rima con tiendas en MLC. La sinceridad implica riesgos. Asúmalos.

    1. Mi texto aborda asuntos más profundos que las tiendas en MLC o una medida económica cualquiera.
      Es un texto honesto.
      A juzgar por las descalificaciones que de vez en cuando recibo por respuesta asumo mis riesgos.

  25. Graciela Castellanos Pallee9ls

    Carlos, Felicidades, creo que es lo u nico lúcido y coherente que he leído en medio de esta situación, una posición argumentada, desde el conocimiento que te ha permitido no solo.argumentar tu postura, si no que aunque no creas poner orden en las de mucho, te leía y pensaba de acuerdo eso es lo que yo pienso, gracias por eso, te admiro cada vez más

    1. Gracias Graciela,
      En temas tan difíciles como estos, que no son teóricos, sino prácticos y vivenciales, necesitamos la crítica del resto para que los textos no se diluyan en discursos, o no queden atrapados por los odios y las exageraciones. Es difícil, pero he visto muchas reflexiones interesantes que despiertan el cuidado, y todo eso es importante.
      Yo escogí ser filósofo, pero la pedagogía, que me perseguía terminó encauzando mi vida como maestro, y lo que estoy haciendo es intentando conversar en busca de salidas positivas, duraderas, que no se nutran de odios ni de excesos. Ya me han colgado aquí y en facebook varias descalificaciones, pero es parte de los riesgos que se corren cuando se le dice a alguien algo que no desea escuchar.

  26. Carlos, brillante reflexión como nos tienes acostumbrados. Académica porque tu saber se levantan de una realidad compleja, y a la vez sustentada en tus experiencias políticas vitales. Un abrazo desde la Cuna de la Nacionalidad Cubana

    1. déjeme decirle dr que lo que paso en san isidro me ha dado mucha alegria, cuba tiene que despertar ya, hasta cuando el abuso

      1. No necesariamente «tolerancia» es la palabra de orden. Creo que DIÁLOGO y RESPETO podrían ser más adecuadas. Creo de ceras que sin los marcos de la bioética los que hoy podrían ofrecer el encuadre para pensar/nos en nuestras demandas.
        Muchas gracias por sus reflexiones

        1. Efectivamente, tolerancia es una palabra difícil, pues se puede interpretar como aceptar sin más cualquier postura. En ese sentido creo que no es válido invocar la tolerancia. Yo la invoco pensando un poco más en aquella expresión del pensamiento de Spinoza: ni reír ni llorar con las acciones humanas, sino entenderlas. En esa expresión entenderlas no significa aceptarlas, sino ubicarlas en su contexto, saber por qué ocurren y a partir de ahí lidiar con ellas.
          Coincido en que diálogo y respeto son palabras con mayor sentido práctico y activo, aunque también llevan una semantica a conciliar.
          Las tres si se toman juntas pueden ayudar a abrir los caminos de la comprensión a la Spinoza, y habilitar las oportunidades de compartir espacios, intereses. Mi pensamiento va de la mano de la siguiente idea: si convivimos y conversamos, si vencemos los odios y las transgresiones que incitan a la violencia, se abre un espacio inmenso para la transformación de la condición humana. La bioética ofrece esa oportunidad, coincido.

      2. La alegría es un sentimiento puro que nos reconstruye. Si se siente usted alegre, ¡enhorabuena!

        He tenido en mi vida muchas alegrías, y una lección vivida es que hay alegrías efímeras que resultan alimentadas por apariencias, y se tornan poco después en desencantos y tristezas. Y hay otras que duran mucho tiempo o por el resto de la vida.

        Me temo que San Isidro pueda ser una alegría efímera.

        Me esperanza que lo ocurrido en el Ministerio de Cultura sea la génesis de una alegría de alto vuelo y duradera.

    2. Gracias Alisa,
      Es solo una contribución como maestro a despertar el pensamiento crítico, reflexivo, oponernos a los odios y los extremismos que amenazan la paz social y ciudadana.

  27. He leído muchísimo en estos días sobre lo acontecido, primera vez, no, no voy a ser absoluta pero es lo que más se acerca a un análisis científico, disculpe la palabra que voy a usar ( cuerdo) mi generación, ya tengo 53 no vivió ni remotamente las » sacudidas » de todo tipo que ha tenido nuestra Cuba en los últimos años. Bravo por los que quieren » nuestro cambio » y los que sueñan con un anexionismo ojalá nunca se materialice, los que se auto titulan «artistas » PAR FAVAR!!!!!!! Seguiré leyendo cosas como estas .Gracias.

      1. Yenia Jimenez

        Estimado profesor, me pasaron este escrito suyo, no pude terminar de leerlo, me dieron ganas de vomitar. Usted era mi ídolo, y ahora le tengo el mismo asco que a Canel. Un don nadie prohibiéndonos la vida. Miéntanle a latinoamérica, a nosotros nos respetan. Los jóvenes vamos a vencer.

        1. Mi texto llama a pensar los límites de la actuación cívica y señala a quienes los han transgredido. No hay crítica a los jóvenes o a los viejos, sino a los excesos.
          No tengo vínculos personales con el presidente Díaz-Canel pero respeto su trayectoria, su obra, la honestidad que manifiesta y las cosas que ha logrado en su gobierno. Está lejos de ser perfecto porque es un ser humano y tiene una tarea gigantesca, para la que ha dado muestras de estar preparado. Usted piensa diferente y tiene todo el derecho del mundo a pensar lo que estime conveniente, solo puedo añadir que al leer su texto me salta la pregunta por el odio. ¿Esta usted segura que el mensaje que envía expresa un sentimiento y no un odio irrefrenable e injustificado?

    1. Leo y me da una pena profunda, recuerdo un libro que leí en mis años de maestría sobre transgénicos en Cuba, valiente, de denuncia, y esto ahora… La gente de San Isidro ciertamente no me gusta, la marginalidad no me cae bien, la bandera se respeta, pero los derechos son lo mismo para todos. El hecho de que esas personas sean marginales, producto neto de nuestro propio sistema, no quita que las demandas de fondo no sean legítimas. El señor Carlos Delgado a tenido en su vida la oportunidad de elegir a algún presedente de Cuba?? De votar por él?? Todos sabemos la respuesta. El señor Carlos Delgado puede decir libremente lo que piensa aún siendo antagónico al sistema sin sufrir consecuencias laborales, etc??? Obviamente que no. Este señor que yo admiraba hace unos años es incapaz de denunciar con todas sus fuerzas que a los cubanos nos están vendiendo comida en una moneda en la que no ganamos, que no tenemos libertad de expresión, que no tenemos libertad de movimiento, que los jóvenes cubanos se van silenciosamente porque esta revolución que él defiende tanto viola los derechos más elementales, porque dejó de serlo hace demasiado tiempo. Aquí se decide quien puede regresar o no a su propia PATRIA, aquí se decide quien está o no REGULADO. Aquí se filtra quien puede o no viajar, aquí se golpea a los que piensan deferente, aquí se expulsa a los estudiantes que no son «revolucionarios» (entiéndase asquerosamente conservador, los términos en Cuba son manipulados). Lps cubanos tenemos DERECHO A TENER PATRIA, Y MI PATRIA NO LA DEFINEN USTEDES, LOS OPORTUNISTAS, LOS VIVEBIEN, LOS QUE HAN SABIDO VIVIR DEL SISTEMA. MI PATRIA, LA PATRIA DE TODOS LOS CUBANOS ES EN LA QUE CABEMOS TODOS, LOS CRETINOS COMO ALCÁNTARA, LOS TRUMPISTAS ANORMALES QUE NO HABLAN INGLÉS Y LOS CARLOS DELGADOS QUE CON SUS TITULITOS ACADÉMICOS CONFUNDE PATRIA CON DICTADURA. SEA CONSECUENTE PROFESOR, SU CUARTO DE TIERRA NO ES CUBA.

      1. Soy absolutamente responsable de lo que escribo, y lo hago porque el llamado reiterado a la violencia y al odio no es la vía para solucionar los problemas que tenemos en Cuba. Se necesita pensamiento despierto y no comprometido con odios que oscurecen el horizonte y no permiten distinguir la protesta honesta y el reclamo ciudadano del oportunismo. Por eso en mi texto no usé ni una vez las palabras revolución, o socialismo, opciones que considero viables y muy superiores al odio. Me fui más a las raíces de nuestra identidad, para desde allí intentar como maestro acompañar el pensamiento crítico y productivo.
        Nadie define el derecho a tener patria, como no sea la patria misma, que no es lugar o espacio físico sino simbólico, y en el caso de la patria cubana, el símbolo que la identifica es la estrella solitaria. Quien la defiende tiene patria, y quien no lo hace, se la sustrae a sí mismo, nadie se la quita, sino que por sí mismo se priva de ella.
        Lo que me convocó a escribir no es que un grupo de cubanos piense diferente a mí, estética o políticamente, o que haga demandas al gobierno sobre cualquier asunto de su interés, o algunas o todos se propongan vivir de otra manera. Lo que me convocó es la necesidad de reconocer que la civilidad tiene límites que la habilitan y configuran, y si no los respetamos, lo que muere es la civilidad.
        Para nada confundo la patria con otra cosa, sencillamente tenemos conceptos diferentes. Usted considera que invocar que se consideren los límites es una imposición mía. Para mí, es solo eso, el llamado de una persona a las demás para que piensen y encaucen por vías cívicas lo que a ese dominio pertenece.
        Si le molesta o le da pena mi escrito, es algo que está más allá de mis posibilidades. A mi me enorgullese contribuir con un grano de arena al pensamiento limpio y honesto para que prevalezca el bien común.

  28. Rafael Montejo

    Excelente reflexión Carlos. Desde las herramientas del pensamiento. Leí hace muchos años, no recuerdo si en La Ideología alemana o el AntiDuring que cuando el debate iba sobre las formas religiosas del imperio prusiano en realidad ocultaban el debate fundamental sobre el poder. En el fondo creo es un debate sobre el poder político, forma enmarañada de la lucha de clases, oculta en debate de las «libertades». Si se quita toda la hojarasca y las pasiones, como has hecho, se simplifica la lucha. La filosofía tiene el escalpelo del partidismo. El debate real es sobre el proyecto de nación que tenemos y queremos y sobre los que quieren imponer desde fuera un diseño ajeno a nuestro devenir histórico. Gracias Carlos.

    1. Coincidimos Montejo, hay mucha obra buena y en proceso que necesita ser nutrida, protegida y a acompañada.
      No se puede ceder ante los disfraces, y suponer que no son esenciales.

      1. Edmund Garcia

        Es una pena que la erudición de que hace gala lo entretenga, le haga volar por el aire y no lo deje aterrizar en la cruda y triste realidad que sacude a diario la vida de los cubanos, tan cubanos como usted se profesa. Se desvía malintencionadamente usando como mordazas «marginales», «anexionistas», «falsos artistas»… Creo adivinar que le ha sido buen negocio su «actuación».
        Sería excelente que su profundo conocimiento filosófico le permita lograr desenmascarar la
        autenticidad del conflicto en su nación, identificar la falta de límites de los que gobiernan y sea capaz de incluir a todos los interlocutores que se mueven en las tristezas.e incertidumbres de las necesidades a boca tapada y bajo una presión política que les anula y paraliza sus libertades, ajena a la comprensión humana, individual y colectiva.

        1. Conozco el conflicto de mi nación desde dentro y desde abajo, y no puedo pasar por alto el contexto de agresión externa en que ocurre, ni la oportunidad que se brinda a los enemigos para desatar odios y violencias que solo agravarían la situación de los más necesitados.
          Mi texto no estigmatiza a nadie, intenta despertar el pensamiento sobre la necesidad de los cambios y de los límites en que pueden habilitarse. No siento haber transgredido el respeto por la diferencia y los demás.
          Paso por alto sus suposiciones puesto que al ser suyas, dicen más de usted que de mí.

          1. Felipe de J. Pérez, Cruz

            Las confusiones de las etiquetas: Carlos es un pensador revolucionario en ejercicio de ciencia y conciencia. Abrazo.

          2. Hola Felipe,
            Nunca había estado tan etiquetado, desde pócima hasta veneno. Hay que tomarlo en positivo. Tu criterio me hace mirarme en el espejo y me reconozco. Gracias, así me considero.

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